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concluyó que hay una relación directa entre el atractivo físico y las condiciones de salud. Es decir, entre más guapo o guapa eres, menor es tu riesgo de enfermar o morir a temprana edad, además de que es señal de que puedes tener una descendencia más sana.
No es de sorprenderse que entre mejor estés por dentro mejor lo reflejes en tu físico y porte, sin embargo, la investigación también arroja datos sobre enfermedades específicas. Por ejemplo, para los participantes del sector masculino se observó una reducción del 13 por ciento en la posibilidad de poseer altos niveles de colesterol; un 20 por ciento menos en el riesgo de tener presión arterial alta, así como una menor incidencia de tartamudez.
Pero no sólo las cuestiones físicas se vieron favorecidas, los padecimientos mentales también se van a la baja cuando el atractivo aumenta, con un 23 por ciento menos de riesgo de ser diagnosticado con Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y el 15 por ciento menos de probabilidad de padecer depresión.
Por su parte, las mujeres consideradas como muy atractivas mostraron un menor riesgo de presentar diabetes, asma y tinnitus, una afección en los oídos. Mientras que en los rubros de depresión, tartamudez, presión alta, TDAH y enfermedades crónicas, los diagnósticos también se fueron a la baja.
Ambos sexos, además, se mostraron más positivos sobre su estado de salud y se ausentaron menos días del trabajo o de la escuela a causa de alguna enfermedad, de acuerdo con el estudio, que sustenta además la teoría de que el atractivo es un indicador de genes sanos.