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Según un comunicado del Instituto de Investigación e Innovación en Bioingeniería de la Universidad Politécnica de Valencia, la técnica de medición de los biosensores ya ha sido puesta en práctica, mientras que los investigadores trabajan ahora en el desarrollo de un nuevo dispositivo portátil, de tamaño reducido y de uso fácil. El diseño está pensado para aquellos segmentos de la población propensos a sufrir golpes de calor al hacer deporte, como diabéticos, obesos o personas mayores (no podemos olvidar que hay más de 194 millones de personas con diabetes en el mundo, que la obesidad afecta ya a cerca del 15% de la sociedad y que la población europea envejece progresivamente). Los investigadores tratan de fabricar un dispositivo cien veces menor que los sistemas tradicionales de medida, que permitirá medir las concentraciones de iones sodio y potasio en el sudor, que son las que alertan, en altas dosis, del posible riesgo de la actividad deportiva para la salud.